Bizarronia

 Tomó una honda bocanada de aire y trató de aclarar sus pensamientos.

Había sido arrastrado (de nuevo) de manera desconocida a otro mundo... es decir, era obvio que no era su mundo porque lo conocía de pies a cabeza y esto no tenía nada que ver con él.

Se masajeó las sienes con cansancio. Ya comenzaba a acostumbrarse a eso de ser teletransportado de manera magica-mistica-musical a otros lugares pero no por eso le gustaba mas. De hecho era bastante molesto.

Volvió a tomar aire, lo último que debía hacer era perder el control así que se sentó en su pequeño refugio en lo alto de una construcción y analizó cuidadosamente su situación: Estaba solo en un territorio hostil en un mundo completamente desconocido y quien sabe que tan lejos de casa. Extendió una mano al frente y tanteó el aire...

Sonrió levemente aliviado de que sus habilidades fueran útiles aquí, así al menos no estaría desarmado e indefenso.

Se levantó al fin y aventó su larga trenza hacia atrás. Sabía bien que no podía permanecer ahí para siempre, sobre todo porque cuando la noche cayera se volvería tremendamente vulnerable a un ataque sorpresa. Tomó una hoja de su libro y medio trazó un mapa de lo que alcanzaba a ver desde su posición, así no se perdería. Al terminar bajó al suelo.

Cautelosamente empezó a escabullirse por las calles, prefería evitar cualquier pelea inecesaria.