En español porque soy el mal!
Jul. 12th, 2010 02:36 am![[identity profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/openid.png)
Estaba cansado, así que se sentó un momento a recuperar el aliento... mientras tenía tiempo.
Era un día particularmente extraño. Recordaba perfectamente cuando se había acostado a dormir la noche anterior y esa era la prueba absoluta de que no había estado ebrio, por lo tanto, no tenía ningún sentido que no recordara cómo había llegado ahí, pero así era, no tenía ni la más maldita idea de como diablos había llegado ahí.
Lo único que se le había ocurrido hacer fue dar una vuelta para ver si reconocía algo, pero de pronto se vio rodeado de un montón de zombies....
¡ZOMBIES! ¡¿Porque siempre tenían que ser zombies?! ¡Como si no hubiera más... cosas... en el mundo a parte de zombies! ¡Ya no había originalidad!
Se había visto en la necesidad de tomar su GRAN espada y abrirse paso despedazando todo lo que se moviera por donde quiera que pasaba. Los condenados monstruos no dejaban de salir por todos lados y él solo rebanaba, golpeaba, cortaba, sin embargo esas cosas se levantaban una y otra y otra vez, no tenía fin...
¡LE ENCANTABA ESTE LUGAR!, no recordaba cuando había sido la ultima vez que había podido dar de espadazos sin control ni preocupación. Se estaba divirtiendo como nunca pero después de hacer lo mismo durante todo el día ya comenzaba a sentirse fatigado y hambriento... sobre todo hambriento.
Se escabulló de la medio podrida chusma que insistía en perseguirlo y se refugió en un cuartucho abandonado. Enseguida se puso a pensar: Había caminado toda la mañana y no había visto ni un solo sitio de donde pudiera sacar comida.
Eso no era bueno, el estomago estaba empezando a rugirle y eso siempre lo ponía ansioso y de mal humor.
Volvió afuera con los zombies para no pensar en esa angustia, quizás si caminaba lo suficiente encontraría algo en el camino.
¿Que lugar era este, por cierto?
Era un día particularmente extraño. Recordaba perfectamente cuando se había acostado a dormir la noche anterior y esa era la prueba absoluta de que no había estado ebrio, por lo tanto, no tenía ningún sentido que no recordara cómo había llegado ahí, pero así era, no tenía ni la más maldita idea de como diablos había llegado ahí.
Lo único que se le había ocurrido hacer fue dar una vuelta para ver si reconocía algo, pero de pronto se vio rodeado de un montón de zombies....
¡ZOMBIES! ¡¿Porque siempre tenían que ser zombies?! ¡Como si no hubiera más... cosas... en el mundo a parte de zombies! ¡Ya no había originalidad!
Se había visto en la necesidad de tomar su GRAN espada y abrirse paso despedazando todo lo que se moviera por donde quiera que pasaba. Los condenados monstruos no dejaban de salir por todos lados y él solo rebanaba, golpeaba, cortaba, sin embargo esas cosas se levantaban una y otra y otra vez, no tenía fin...
¡LE ENCANTABA ESTE LUGAR!, no recordaba cuando había sido la ultima vez que había podido dar de espadazos sin control ni preocupación. Se estaba divirtiendo como nunca pero después de hacer lo mismo durante todo el día ya comenzaba a sentirse fatigado y hambriento... sobre todo hambriento.
Se escabulló de la medio podrida chusma que insistía en perseguirlo y se refugió en un cuartucho abandonado. Enseguida se puso a pensar: Había caminado toda la mañana y no había visto ni un solo sitio de donde pudiera sacar comida.
Eso no era bueno, el estomago estaba empezando a rugirle y eso siempre lo ponía ansioso y de mal humor.
Volvió afuera con los zombies para no pensar en esa angustia, quizás si caminaba lo suficiente encontraría algo en el camino.
¿Que lugar era este, por cierto?