Con un ligero asentimiento, Apollo comenzó a caminar de vuelta al hotel. No les tomaría mas de 5 o 6 minutos el llegar, asi que se fue a paso lento, como para dejar que Yuan se habituara al lugar. Aunque ahora que lo pensaba, era algo irónico el tomar el papel del guía, siendo que él mismo se esforzaba día con día para mantener su negación en perfecto estado.

Hace unos días, jamas hubiera creído que estaría esperando un cafe caliente y platicar con Django antes de dormir... se preguntó ausentemente si debía admitir que estaba volviéndose loco. Tal vez así, en una ironía mas de su cabeza, dejaría de sentirse como uno.